Día del Padre ups!



El tercer domingo de junio es el Día del Padre y como todos los años, las publicidades nos bombardean, los mails alegóricos, los descuentos para los regalos, etc. Por más que quiera no puedo pasarlo por alto.


El primer año que pasé sin tener a quien agasajar y abrazar creí que lo iba a poder manejar, que no me iba a afectar porque en definitiva era un día más, me hice la tonta durante todos esos días. ILUSA YO! Resultado: pase todo un domingo en cama con una angustia inimaginable y unas ganas locas de salir a patear paredes.

El segundo año creí que iba a ser como el primero, ya me lo veía venir ESE domingo horrible, de antemano ya estaba angustiada, unos días antes ya sentía las ganas de destruir algo pero nada de eso pasó. Fue un domingo más. La diferencia? Le hice un regalo a mi suegro al que quiero muchísimo.

Se viene el tercero y me pregunto: que me deparará? Será cómo el primero? Será cómo el segundo? O será uno nuevo completamente? Estoy bastante intrigada, aunque esta vez me parece que viene distinto. No siento ganas de romper nada, si una angustia más poderosa de la de todos los días, estoy un poco más sensible, como diría mi mamá UN POCO MÁS BELÉN! (voy a explicar el "chiste": mi segundo nombre es Belén y mi familia lo usa para llamarme en algunas ocasiones como ser: cuando tengo mucho sueño y me pongo boluda, cuando me pinta la Andrea del Boca y lloro cual marrana por la nada mima -a veces me dominan las hormonas- sería para estados puntuales en los que no logro pensar racionalmente. El nombre es muy lindo, pero en mi caso en mi caso lo usan a modo de "chiste" ¬¬).

Como decía, este año creo que va a ser distinto y eso se debe a que uno se "acostumbra" a vivir herido, aprendí a manejar el dolor, logré que no sea taaaan agudo todo el tiempo y eso me permitió ver otras cosas. Este año por fin logre ver. Puedo pensar en mi papá y recordar cosas de cuando era chica, puedo ver recuerdos lindos, puedo verlo cuando todavía estaba bien, puedo escucharlo, puedo sentirlo cerca.

Pasé dos años sin poder pensar demasiado en él es complicado de explicar, podía hablar de él, podía contar cosas, podía decir cómo me sentía, pero no podía verlo, no podía escucharlo, sinceramente no podía pensar en él y ver los recuerdos lindos. Sólo veía el deterioro del cuerpo, el dolor en los ojos, la impotencia que sentía, las últimas conversaciones. Todo lo malo.

Mi problema mayor era ese. Tuve tiempo de despedirme, tuve tiempo de sacar todo de adentro, pero después fueron esas las imágenes y los recuerdos que me persiguieron. No podía cerrar los ojos y ver otra cosa. Por eso creo que este año va a ser distinto, porque POR FIN también veo otras cosas.

En 24 años que tuve para conocerlo siempre me desconcertó. Tuve dos papás distintos: uno que vivió en mi casa 17 años jugando a la casita feliz y otro totalmente distinto cuando apareció el GAME OVER en pantalla.

Puedo decir que del primero me quedó: el respeto, el sacrificio para conseguir lo deseado, varios apodos, que me relaje hasta dormirme cuando me acarician las cejas, que me mimen, mucho cine, muchos libros, muchas anécdotas, muchas broncas, injusticias hermanísticas abaladas, muchas vacaciones, muchas puteadas bajitas para que no las escuche cuando no me dejaban salir, muchas cagadas a pedos y muchas pero muchas cosas que me decía que no me sonaban a nada y hoy entiendo el significado.

De la segunda mitad tengo: me encontré cara a cara con una persona deprimida de verdad, infinitos mates con infinitas charlas, más libros, más películas, la complicidad, unas cervezas, unas picadas, el sentirme hija única por al menos un rato cuando no lo soy, entender que los padres son hombres, los almuerzos, apareció la compresión, apareció la responsabilidad, muchas más cosas me dijo unas ya las entendí y otras calculo las entenderé en unos años, ya no hubo peleas ni puteadas bajitas. Aprendimos a disfrutar de la compañía del otro porque ya no estaba impuesta y eso fue maravilloso.


No creo que mi papá haya sido el mejor del mundo, pero si fue el mejor para mi mundo y con eso me basta.
Me dejó tantas cosas importantes para la vida, tantas enseñanzas, y tantas cosas que me van a seguir enseñando después que no tengo nada que decirle salvo:
                          GRACIAS POR SER MI PAPÁ AÚN DESDE EL MÁS ALLÁ


Les deseo de todo corazón que pasen un lindo día y que aprovechen porque no es por tiempo indefinido.

Ah me olvidaba, lo cargo hoy porque se me antojó! =)



3 comentarios:

Cecilia García Olivieri dijo...

Me encantó el ejercicio de hablar de "los dos papás". No cualquiera tiene, en uno solo, dos viejos para agradecerle tanto, loca!
Feliz día del Padre, Chiq. Desde donde esté, el tuyo está con las plumas como pavo real pensando en vos ;)

Marisa dijo...

Es verdad lo que decis uno tiene dos papas despues del game over y en gral tal vez el error pase por no darnos cuenta y exigirle al segundo que haga lo que el primero nos tenia acostumbrados . Es muy doloroso pero es parte de un aprendizaje que nos lleva toda la vida
por lo menos este domingo alguien aparte de tu papa estara pensando en vos , todos aquellos que nos sentimos conmovidos con tu escrito
TE SIGO !

Mechi dijo...

Hola Agus, que bueno conocer tu blog y un poquito de tu historia , tb me senti conmovida ... gracias por los buenos deseos y espero q tambien pases un lindo domingo a pesar de la ausencia.