Fénix

A veces me doy cuenta de que necesito recluirme para poder pensar bien, para poder desintoxicarme de la gente y para saber que es genuino y que no. Que pensamientos son míos y cuáles del resto, que cosas las "imité" de otros y cuáles son las auténticas.
Tengo una personalidad muy influenciable y eso es pésimo. Sin embargo, por otro lado, soy demasiado terca y hacer que cambie un punto de vista es muy difícil. No por cerrada sino por terca.
Me recluí más o menos un mes. Y pensé y sentí y saque conclusiones.
Ahora más que nunca se que quiero para mi, se cuáles son mis metas, se que es lo que pretendo de la vida, se que con perseverancia y paciencia voy a conseguir todo.
No soy ni perseverante ni paciente, pero aprenderé.


...SE VIENEN TIEMPOS DE CAMBIOS,
TIEMPO DE HACER..

y eso me hace FELIZ.

Llevo al Fénix tatuado y eso soy, es hora de reinventarse, es hora de buscar solo lo que hace bien, de dejar de hacer lo que DEBO y empezar a hacer lo que QUIERO.

...SE VIENEN BUENOS TIEMPOS
TE LO AFIRMO!!!      :)


Cerebro vs Cuerpo


En la mitología griega, Morfeo (‘forma’) es el dios de los sueños. Según ciertas teologías antiguas, es el principal de los Oniros, los mil hijos engendrados por Hipnos (el Sueño) y Nix (la Noche, su madre), o por Hipnos con Pasítea.
Era representado con alas que batía rápida y silenciosamente, permitiéndole ir volando velozmente a cualquier rincón de la Tierra. Morfeo se encargaba de inducir los sueños de quienes dormían y de adoptar una apariencia humana para aparecer en ellos, especialmente la de los seres queridos (de ahí su nombre), permitiendo a los mortales huir por un momento de las maquinaciones de dioses.
Fue fulminado por Zeus por haber revelado secretos a los mortales a través de sus sueños.

Cuando empieza a bajar el sol, en ese momento del crepúsculo, la hora triste del día casi noche me doy cuenta de que otra vez no voy a poder dormir. La inquietud me invade. Otra noche más en la que voy a tener que conformarme con tres o cuatro horas de descanso, mejor dicho, de desmayo. Siento que Morfeo se olvidó de mi, que saltea mi cama por las noches.
Rara vez puedo recordar un sueño porque rara vez me voy a dormir sin que los ojos se me cierren solos.
Qué tendrá la noche de inquietante? Será la oscuridad? Será la calma? No sé lo que realmente es, sólo sé que estoy agotada.
Desde el momento mismo en que abro los ojos fantaseo con lo que voy a dormir la noche siguiente. Pero ya sabemos lo que pasa. Quedo ahí. Sintiendo como poco a poco me van abandonando las fuerzas.
Mi cerebro me impide dormir, lucha con el cuerpo y yo en medio de los fuegos cruzados. Generalmente gana el cuerpo. Exhausta pienso "un pestañeo nada más". Amanezco agradecida de al menos haber logrado conciliar esas tres o cuatro horas.

Tengo hermosos recuerdos de cuando lograba descansar ocho horas diarias. Hoy es solo un sueño. Mi cuerpo me pasa factura de todo esto. Y yo? Qué culpa tengo? Como si no quisiera dormir. Pero quién se cree que es? Probé cuanto remedio casero me dieron o dijeron. Tomé cuanta porquería me dieron. Empieza a bajar el sol, ese momento del crepúsculo, la hora triste del día casi noche y se que otra noche más pasaré en vela deseando que Morfeo se acuerde de mi. Deseando que mi alma quiera hacer el viaje de mi cuerpo.

"Quizás los sueños son recuerdos que el alma tiene del cuerpo, pensó, y esto era una respuesta"
José Saramago, El Evangelio según Jesucristo


Hoy tendrías uno más..

Empezamos la cuenta contraria, la cantidad de meses –todavía años no- que hace que no estás con nosotros. Que contradictorio no? Cuando tenias 6 meses había unos padres felices, unos abuelos con el pecho enorme de orgullo, una familia a tus pies. El primer hijo. El primer nieto. Hoy de todos ellos sólo quedan las mujeres. Unas mujeres que están desinfladas. Con el ánimo por el piso. Rememoran el día que naciste con todos los detalles. Tu mirada, tu pelo, tu piel, tu arrugas, tu olor. Pueden describir cada una de tus facciones. Te siguieron en cada cosa que hiciste o que te pasó.

Eras muy chiquito y vieron tu primera comida, los primeros pasos, el jardín, los dientes que salieron y los que se cayeron. El primer día del colegio.
Creciste y fueron los primeros bailes, la secundaria, la primer novia, los amigos, la adolescencia, los pibes de la esquina.
Saliste airoso de esa etapa. Seguiste con la murga, la batería, la guitarra, el cantante frustrado, vivir acompañado, vivir solo, los amigos eternos.

En algún momento forjaste tu carácter, tu corazón se hizo enorme aunque selectivo, todo era blanco o negro -no había opción para los matices-. Fiel. Con un sentido de la justicia que pocos entendimos. Solitario pero no por eso antisocial. Celoso como pocos. Territorial. Dulce a veces, frío otras. Todo lo que tocaste lo marcaste. Sencible. De risa y enojo fácil. Noctámbulo. Mio. Nuestro.

Hubo cinco cosas que siempre te acompañaron desde chiquito: el fútbol, los juegos de consola, la pc, la coca y la música. Vicioso de las cinco cosas. Dormir en la oscuridad absoluta y en el silencio mas profundo.

Cuando una persona cumple años festeja su natalicio, el día en que nació. Se celebra la vida, se felicita al agasajado y a los padres porque también es un día importante para ellos que dieron vida.
Hoy debe ser uno de los días más tristes para mamá. No cumplís años. No vas a cumplir nunca más años. Hoy era un día importante en tu vida empezabas un año más, pero ya no tenes vida. ¿Qué celebramos? Qué bronca que me da que no estés.
Sólo puedo pensar en los 26 aniversarios que compartimos -en los anteriores no estaba- y ese número se va a quedar ahí, quieto. No van a ser más. No te voy a cantar más mil veces el feliz cumpleaños por teléfono. No te voy a tirar de las orejas. No vamos a brindar porque tu nuevo año venga cargado de cosas lindas. No hay torta ni amigos con quien festejar, porque vos no estás. Hoy pasó a ser un día triste.

De todas formas, voy a levantar un vaso lleno de Coca en tu honor deseando que tu alma tenga la paz que no tenemos nosotros.

PROHIBIDO OLVIDAR MATU!